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Balthezor NothReally

Balthezor NothReally
Bardo Itinerante

viernes, 6 de agosto de 2010

Cosquillas y preguntas

Hace sólo unos días atrás conversando con unas queridas amigas llegamos al tema del enamoramiento y cómo cambia a través de las diferentes etapas de la vida, existe incluso teoría al respecto(revisar erick erickson).
Cuando hablo de amor no me refiero a las relaciones furtivas, degustaciones varias y jugeteos eufóricos tipicos del ser humano, tampoco al amor romantico idealizado que muchos nunca llegan a sentir (aun es un misterio para mi esta incapacidad de conectar), sino que me refiero a aquel sentimiento cálido que nos impulsa a reunirnos con una persona particular e intentar permanecer a su lado a toda costa.
En la adolescencia, el amor se manifiesta como una fuerza hormonal y salvaje que nos hace buscar el placer desesperadamente, es el más revelador experimento a través del cual reconocemos este lado animal que despierta de forma repentina. Una adultez plena depende de haber establecido com mínimo una conección fugaz con estos sentimientos en las etapas tempranas de la vida, setirse atractivo, deseado, provocar en el otro a través de tus acciones para darse cuenta del impacto que podemos provocar en otras personas. La adolescencia es muy linda, pero también nos define permanentemente en nuestras relaciones amorosas.

Cuando cruzamos los veinte, y el amor llega a nuestras vidas por segunda o incluso tercera vez, lo observamos como una especie de planificación, requiriendo cierta estabilidad para poder proyectarse en el futuro como pareja, es decir elaborar planes y mirar con optimismo la vida qe se tiene adelante intentando conjugarla con las necesidades del otro.Es extraño como aun siguen estas contradicciones entre nuestro cuerpo y la fidelidad hacia el otro como relacón monógama, me quedaon muy marcadas las palabras de kathy kovalewsko en cierta entrevista donde explicaba que no creia en la fidelidad inherente, que eso no existía pues serle fiel a alguien es un ejercicio constante y una desición conciente que se toma todos los días... no podría estar más de acuerdo cn sus palabras. Aquí aún existe la posibilidad de dejar relaciones de lado y establecer nuevos vínculos en la continua búsqueda por la comodidad final con la que acabaremos nuestra vida.

Sin embargo, llegando a la barrera de los treinta la cosa se complica, si no se tiene ya una pareja estable la cohersión social comienza a hacernos escuchar el reloj biológico con más atención, ya no se buscan las maripositas en la guata o los detalles romanticos y apasionados que solian darle vida las relaciones, pues sumerjidos en el mundo laboral y social las personas comienzan a desesperarse, requiriendo apoyo bajo cualquier condicón o circunstancia, volviendo en ocasiones a viejos amores con historial de fracaso o fútiles búsquedas por una mujer más joven y atractiva en carcasa pero carente de la experimentacion qe una relación másmadura implica, es la cruda realidad que nos golpea en la cara, haciendonos ver que lo que va quedando a nuestro alrrededor es sólo lo que botó la ola. Un porcentaje importante de estas personas ni siquiera están solas por convicción (si una oveja con falda les balara correrian a comprarle una casa), en este sentido se pierde la nocion de amor verdadero, del vínculo. Se piensa lógicamente, en probabilidades, niveles de empatía y conveniencia, dejando de lado una parte emocional fundametal en una relación con otro ser humano.

Sonreír con el otro, ser cómplices; estremecerse con el calor de su tacto, reconocerlo con la punta de los dedos mientras cerramos los ojos. La gente tiende a olvidar lo hermoso que es disfrutar cada segundo de un beso, a desligarse de lo moral y perderse embobado con el aroma hormonal que nos consume. Ir más allá del sexo en búsqueda de placer, sino más bien buscar significado en las semejanzas que a veces pasamos por alto, atrevernos a fantasear, a disfrutar la cosquillas y la ilusion de volver a conocer el sentimiento a mi parecer mas primordial y exquisito de los seres vivos.

Debo confesar que en un momento también me vi desesperanzado, por un instante de eternidad que ahora obsevo distante estube en los zapatos de los que pierden el ideal y la búsqueda de una conección especial. Afortunadamente una querida persona que conozco de toda la vida me devolvio la ilusión, la cosquillas e la guata y la cara de bobo riendo cada vez que pienso en nuestro contaco, único, especial e irrepetible...

lunes, 5 de julio de 2010

Again

6:30 am. Despierto, intento levantarme, pero no puedo desenrredar las sábanas a mi alrrededor la habitación está a oscuras y escucho mi respiración un rato más.
CAmino sobre la ropa esparcida por el suelo, como un zombie sobre una montaña de actos irrelevantes y sin sentido real, es gracioso, me da la impresión de caminar sobre mis últimos recuerdos.
El hervidor suena en la cocina, supongo que lo puse hace un momento, siento el frío del piso mientras dejo la alfombra hacia la cocina, enciendo el calefont y recibo el primer golpe glacial del amanecer mientras extiendo mi mano a la toalla, colgada como un fantasma suicida sobre los cables.
El agua cae sobre mi rostro, siento las partículas recorrer mi cuerpo y alejarse en el desague, las cosquillas me hacen sonreír, intento disfrutar mis diez minutos de libertad hasta que con dificultad toco al perilla, la giro lentamente hasta que el tibio líquido se despide por última vez de mi piel.
Sirvo un café negro en una taza sin lavar, deambulo desnudo escurriendo agua por la habitación y miro por la ventana, intentando adelantar con mi mirada el esplendoroso levantamiento del sol. Recojo las herramientas de mi rol actual y las pongo al fondo de mi fiel mochila mientras termino mi café- mañana escribiré, pienso para mis adentros. Al mismo tiempo reviso mis armas para luchar con el día a día: Teléfono, llaves, música y un recuerdo de mi hermano que llevo alrrededor del cuello, riego mis plantitas, alimento a mi gato que me observa con flojera (seguro qeu vuelve a la cama en cuanto me vaya) y me dispongo a salir a otro día de ajetreos, aprendizaje, ironías, competencias, pelambres, peleas, ingenuidad y desesperación, un día mas aplanando calles y observando rostros, un día más de contradicciones y predicamentos, un día más de mentiras y sonrisas. La música suena al fin, la mañana me saluda y mis pensamientos son contrarrestados con el sonido de los audífonos y el trago de oxígeno que se mezcla con el gusto a café.
Reviso mi celular, mis llaves, mi música y mi mochila una vez más... sólo por si acaso. Camino escaleras abajo, el sol está saliendo, mientras me acerco al portón recuerdo el inicio de Robotech, sonrío mientras abro las puertas y levanto la mirada para encontrar el sol sobre mi rostro, tengo miedo, pero soy valiente. No quiero salir, pero cuando acabe el día no querré volver, mañana tendré que hacer esto... otra vez...

miércoles, 16 de junio de 2010

Ridiculo o RIDICULOS?

¿En que momento se agotan las ganas de saltar?, ¿cuando dejamos de disfrutar un buen headbanging dejándonos llevar por la música?, ¿donde quedan escondidos los impulsos a jugar, a imaginar y sentirse vivo a cada momento?.
Mi teoria es que, dependiendo de las experiencias de vida, entre los 15 y los 25 años el condicionamiento social madura haciendonos olvidarnos de las cosas sencillas de la vida, sentimos miedo de que las personas nos vean felices, es un fenómeno sociológico que se ve en todas partes del mundo, dependiendo de la cultura en la que estamos insertos, esto puede acrecentarse o disminuirse.
¿Porque mierda nos preocupamos por que piensan? muchas veces asociamos esta imagen externa que se crean los demás con nuestra propia percepcion personal, y aunque por supuesto tiene cierta relacion, ésta no es 100% influyente.
Somos una mezcla de nuestra genética y nuestras experiencias(segun dicen algunos teóricos es 52- 48 respectivamente), parte importante de las experiencias corresponde efectivamente al condicionamiento de nuestro entorno inmediato como la familia e instituciones de las que formamos parte a medida que crecemos (colegio, amigos, iglesia entre otras).
La forma en que internalizamos estas bases que se nos presentan, de acuerdo a nuestra genética y al vapuleado raciocinio, es lo que finalmente nos diferencia de otros seres humanos que viven en condiciones similares. Cuando maduramos y comenzamos a cuestionarnos estas estructuras, es a mi parecer cuando comenzamos a hacernos individuos, a menor cuestionamiento, menor independencia, a menor independencia más nos alejamos de nuestro potencial humano.
Ojo que al hablar de potencal no me refiero a la burda representación que se le da hoy en día a esta bella palabra, en las palabras de Jhon Hodge, "Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers..." Podemos apreciar exactamente lo que se espera de nosotros, desiciones lineales.
¿Quieres al politico de la izquierda o quieres al politico de la derecha?, ¿quieres la marca de detergente cara que sale en la tele o quieres la economica?, ¿cheque o tarjeta de credito? son preguntas que nos bombardean dándonos una falsa sensación de libertad, se nos hace creer que en estas desiciones recae la forja de nuestro destino cuando en realidad no son las desiciones burdas las que nos proveen libertad, sino todo lo contrario.
Para mi al menos, la libertad no se consigue a través de estas desiciones, no se trata de no elejir la vida como Mark Renton, sino más bien en valorar aquello que sí nos da libertad, un dibujo alusivo, una palabra escrita, un buen hale de oxigeno caminando por la mañana al trabajo, discusiones de amigos tratando de salvar el mundo o simples voladas filosoficas respecto de que superpoder sería más provechoso , ahí reside mi libertad, es un derecho que al menos en esta sociedad no me han quitado y lo manifiesto cantando, bailando, disfrutando mi vida aqui y ahora, no para los demás, porque al final el único que puede decirme como vivir soy YO MISMO.
El real potencial que tenemos cada uno nos puede llevara descubrir increibles aptitudes en nuestro interior, a buscar metas de significancia personal a traves de nuestras vidas, no conformarnos simplemente con una palmadita de nuestros profesores o jefes para hacernos sentir que aportamos algo.
La sensacion de realizacion, para que sea verdadera, debe venir de nuestro interior, de la satisfaccion que nos da superar pruebas solo por saber si somos capaces, sin pensar en el bien que nos traera inmediatamente o extrapolado al futuro, una busqueda personal por redescubrirnos constantemente y probar ese descubrimiento a traves de acciones que saquen estos rasgos a flote y nos permitan obervar nuestro real potencial como seres humanos.
Atrevete a invitar a tus otros yo a salir de ahi dentro, redescubre lo que dejaste atras, redescubre lo que nunca te atreviste a potenciar, sale al mundo y ve las luces, las plantas y experimenta las sensaciones como si fueras nuevamente un niño, asombrate y redescubre aquello que elijes no mirar por comodidad, pues al fin del dia esta mirada puede hacerte sentir mas comodo de forma mas permanente que simplemente pasar por la vida intentando que nada te haga daño.
Por eso, la proxima vez que veas a alguien disfrutando de la vida, actuando diferente a los demas como un error entre rebaños de estandarizacion, realmente preguntate a ti mismo ¿es mas ridiculo el que baila como un loco o la mayoria represiva que acuerdan tacitamente como vivir y sentirse?...
¿Ridiculo o Ridiculos?

jueves, 3 de junio de 2010

Un rol, cero posibilidad...

Es gracioso ver como la personalidad puede ser tan restringida para algunas personas y tan maleable para otras, en general, cuando alguien se casa con un sólo rol queda limitado en su autodefinicion como persona y la parte maleable se comienza a atrofiar lentamente para convertirse finalmente en un ser unidimensional, simple y FOME.
Es que hacerse unidimensional es muy sencillo, solo hay que adecuarse a un cuadro de comportamiento, actitudes y creencias dejando que el resto de la gente nos defina ya ctuar en consecuencia de elllo. La verdad absoluta respecto de cómo funciona el mundo, cómo uno es y se ve a si mismo se vuelve incuestionable y totalitaria, dejando de lado cualquier intento de reflexión, empatía o analisis de contradicciones propias del ser humano.
Los grupos más estúpidos suelen trabajar eliminando posibilidades de multiplicidad en la personalidad, con frecuencia vemos que incluyen en sus filas a personas muy desequilibradas con necesidades tremendas de pertenencia, aprovechando sus carencias panfletean mierda y ofrecen una ilusoria red de apoyo basada en la lealtad intelectual y conductual por las creencias grupales.
Para esto necesitan una teoría ligeramente sólida, con algunos recursos baratos como relacionar simbologías y hechos históricos con su causa, llegando incluso a volverse radicales religiosos a través de la interpretación moralista de los "libros sagrados". Sin embargo, el fin de todos los grupos radicales es el mismo, despojar al ser humano de su habilidad de cuestionamiento e individualidad, de manera que quienes están por encima en sus escalas intragrupales tengan completo dominio sobre las acciones y pensamientos de sus seguidores. Siendo un cabeza hueca, es muchísimo más fácil escalar en estos sistemas jerárquicos, pues en definitiva mientras mayor es la pertenencia del individuo mayor su convencimiento sobre las doctrinas del movimiento y evidentemente mayor su influencia sobre posibles agentes adoradores.
Bueno, además de la influencia qeu los grupos pueden tener sobre las personas y que se aprecia como la de mayor impacto, existen también aquellos quienes se autoinducen a un rol particular, este tipo de personas conforman la mayor población de seres unidimensionales en nuestra querida sociedad, suelen apreciarse por estar muy comprometidos con su trabajo, llevar su actividad laboral a modo de escudo de armas presentándose incluso en público son el adjetivo que representa su quehacer diario:
-Hola, soy Roberto Englundo, ingeniero...
En esta simple frase apreciamos cómo Roberto de inmediato superpone una estructura a quien está recién conociendo, eliminando así cualquier posibilidad para la otra personas de conformarse un mapa actitudinal de Roberto, el descubrimniento queda de inmediato exiliado y la curiosidad por saber acerca de la persona se limita instantáneamente en nuestra cabeza.
Es un mal común entre la gente que intente encasillara otros con lo qeu hacen, odio cuando alguien mas me presenta y dice:
-El es Juan, esta estudiando psicología, o el es Juan, el es dueño de la tienda de comics.
En estas simples presentaciones la persona que me está conociendo de inmediato se predispone para buscar ciertas claves en mi conducta que puedan reafirmar su percepción hacia mí en vez de dejar fluir la conversación para, por sí misma, descubrir los diferentes aspectos de quien esta recién conociendo (yo).
No hay como el juego de la empatia, y existen muchos mecanismos para potenciarla, siempre agradecere el haber estado en muchos colegios durante mi infancia-adolescencia pues la necesidad de adaptarme me creo ademas de las habilidades sociales la forma de ponerme en el lugar y abrazar el contexto de cada discurso y personalidad con mayor facilidad.
No hay nada que provoque mas risa que los cuicos criados en sus colegios de excelencia, con una vision de la gente tan doctrinaria e insipida que parece calcado de un discurso de Escribá de Balaguer, se crian con tanto recurso intelectual y en su arrogancia se les esconde una parte primordial de la enseñanza que es adaptarse y relacionarse con otros seres humanos y realidades.
Mientras más grupos humanos conozcamos, mientras más personalidades y roles asumamos en nuestra vida mejor nos adaptaremos, además llegaremos a descubrir partes de nuestra personalidad y capacidades que jamás pensamos que podíamos tener si solo nos creemos el cuento.
Mientras mas aventuras tengamos en nuestra experiencia y más gente nos perciba por las infinitas caras del increible caleidsocopio que es nuestra personalidad, mejor conviviremso con nosotros mismos y con otros, de alguna u otra forma, veremos a un yo que nunca nadie reconocio, pero que siempre estubo ahi, esperando su momento para brillar...
brillar por su verdadera esencia.

martes, 18 de mayo de 2010

Recuerdo de mañanas solitarias...

Muchos piensan que soy ligero; casi un payaso que danza por la vida sin mayor preocupación, un ente de todos, que siempre está allí como un símbolo sin identidad,
el eterno espectáculo que alegra el ambiente con la frase adecuada y la sonrisa esperanzadora; un ser ajeno a la realidad, como si mis movimientos estuviesen sujetos a hilos invisibles, como un show de marionetas circenses, que tras apagarse las luces vuelven a su caja húmeda y oscura, esperando la luz de un nuevo espectáculo entre sollozos y escaolfríos.
No me quejo de donde estoy, escogí mi camino a través de desiciones y encrucijadas, podría haber jugado al ciego y estar mejor, podría abandonar todo y sentirme más cómodo, sin embargo tengo esta maldita esperanza que me obliga a pensar en el mañana pero que poco a poco extinge la llama de mi presente.
Hoy me avoqué a mis emociones, me conecté con el ayer, volví a experimentar, con una lágrima en el pecho, como cada cimiento sobre le que forje un futuro se abatía por un capricho egoísta y evidente.
Dicen que la infidelidad nunca se ve venir, pero la verdad es que uno elije inconcientemente no mirar en esa dirección, es muy doloroso ver el amor esfumarse de a poco e intentar como un niño estúpido retener las arenas cálidas de lo que alguna vez parecía un sólido castillo de fantasía.
Las señales fueron claras, las caricias eran mecánicas, las salidas más frecuentes; La empatía con la que nos comunicabamos a través del amor se diluía lentamente hasta convertirse en un pálido recuerdo que mantenía la relación pegada como una estampilla sobre lija. Detrás del desamor, el engaño corroía el alma, se llenaba de ira cuando el patético caballero, ahora con la armadura vieja y oxidada, intentaba abatir un dragón de ilusiones a punta de llamaradas de pasión, suspiros decadentes que buscaban con locura volver a abrazar y con suerte, recuperar el dulce calor en un profundo sentimiento.
Cuando me preguntan como estoy sólo sonrío y digo lo que quierem escuhar, estoy conforme con mi actitud frente a lo sucedido, aunque a veces quisiera gritar y llorar de angustia de nada sirve hacerlo solo, menos me sirve si preocupo a mi gente.
Cuando todo acabó, y me sentía más dolido e inseguro, haciendo eco de la mecánica en nuestra relación ella me soltaba bombas emocionales, su llanto triste y arrepentido sólo era consolable con un buen trago de mis propias lágrimas.
Nunca quize que nadie sufriera, a veces desearía haberme comportarme como un imbécil, y con mi bífida lengua sacar a flote mis más sarcásticas e hirientes palabras a quienes pisotearon mi corazoón, haber sido incluso capaz de descargar la furia de mis puños sobre ese estúpido y despreocupado mocoso que me quitó la habilidad de amar de verdad.
Pero no puedo, mi maldita empatía no me permite ser egoísta, ni con el niño enamorado, ni con la chica caprichosa, ni mucho menos con el pequeño que nacerá de ese cariño.
Nunca he confiado en nadie plenamente y por eso me he quedado sólo con mi gato, sólo él pareciera entender lo complicado que me resulta acercarme, tocar y dejarme amar, hace tanto tiempo que alguien no hace algo especial por mí que me enternece verle acercandose, casi intuitivamente consolándome mientras mis lágrimas se extinguen en las sábanas, donde nadie las verá jamás, lágrimas que no existieron, una pena que nunca se compartirá.

miércoles, 12 de mayo de 2010

El Sheriff: Política y Control Social

Es de conocimiento colectivo que los efectos que tienen los medios en general y especialmente la televisión en la sociedad pues son, para bien o para mal, bastante profundos y a través de ellos se instauran nuestros hábitos de consumo, actitudes, he incluso nuestra base intelectual para debatir o enfrentar ciertos temas de relevancia.
Sin embargo, poco se investigó de este tema en los primeros años de la televisión, nuestros abuelos asiduos consumidores del género western aún no contaban con instancias de debate que les permitiesen darse cuenta de la simbología con la que fueron formados y a través de las cuales percibieron el mundo y construyeron una generación completa.
Desde pequeño, heredé de mi abuelo la pasión por los vaqueros, las aventuras de un puñado de tipos rudos impartiendo justicia por sus propias manos, alejando a los prepotentes villanos de la pobre gente indefensa del pueblo marcó de alguna forma mi maleable infancia, evolucionando más adelante a mi pasión por la lectura y los formatos audiovisuales que hacían hincapié en la figura heroica.
No fue hasta hace algunos días, gracias a un señor de nombre Robert McKee, pude darme cuenta que a diferencia de otros géneros heroicos, el western no es más que una herramienta cuidadosamente desarrollada a principios de los años treinta para un control social necesario en Estados Unidos y que irremediablemente tuvo su impacto social en nuestro país (notoriamente influenciado desde siempre por la cultura norteamericana).
Muchos se estarán riendo a estas alturas, probablemente pensando en lo disparatado que suena utilizar un género dramático tan inocente para triquiñúelas tan elaboradas que a su vez pudiesen representar un medio de contro social tan global. Sin embargo, los símbolos utilizados en este género no pueden ser pasados por alto si analizamos cuando menos superficialmente lo que implica la realización de una película clásica de Western.
Tenemos en primera instancia al pueblo en desgracia, generalmente identificamos a éste como una comunidad de personas que son incapaces de defenderse del villano de turno. Normalmente aisladas en parajes inhóspitos donde sus voces y lamentos no son escuchados por nadie más qeu ellos mismos.
Con frecuencia los "aldeanos" se estereotipan como mujeres, ancianos y niños que poco pueden hacer frente a la banda de maleantes de turno quienes a través de la intimidación y la manipulación coercitiva hacen de las suyas como amos y señores del poblado al fin del mundo.
¿Donde estan los jóvenes idealistas y agresivos del pueblo?, ese es el primer detalle que salta a la vista, no existe fuerza rebelde ni posibilidades en la comunidad de contrarrestar o pensar siquiera en nuevas estrategias para resolver los problemas que le aquejan. Éste es el primer rasgo fascista, el dar la impresión de que "nada podemos hacer solos, somos frágiles, necesitamos alguien que nos ayude o guíe". Si analizamos con más detalle los personajes "jóvenes", generalmente los observamos como secuaces del bandido.
Así llegamos al antagonista o villano de turno... Normalmente una persona entre los 35 y 40 y tantos años, quien ha elejido conseguir lo que quiere de forma fácil, armado de unas pistolas y un par de hombres (como si nadie en esa epoca pudiese armarse).
Generalmente percibimos a este villano como un hombre de pocas palabras, un forastero con el único propósito de sembrar el terror, una amenaza que se encuentra separado de la sociedad; de él no conocemos su cuartel secreto ni su origen, solo observamos a alguien que viste de forma oscura y normalmente no tiene diálogo más allá de sus intimidaciones. Jamás se nos ofrece dato alguno de él, de su personalidad, sus motivaciones o sus intenciones más allá de la avaricia, el control total o el simple gusto por aterrorizar a las masas. Alienar a quien se comporta de forma diferente es un rasgo muy propio del fascismo, se identifca al extranjero como posiblemente nocivo y se actúa de manera de marginarlo de la sociedad junto a quienes piensen similar atribuyéndole todo lo malo que sucede en el pacífico villorrio.
Pero todo lo analizado se manifiesta como un pálido argumento si observamos al protagonista, un extranjero también, pero un forastero con un discurso muy diferente. Apesta a perfección, casi irreal, brinda a los habitantes la sensación de que se preocupa por el pueblo cuando como espectadores sabemos que lo único qeu busca es meterse entre las piernas de cuanta cabaretera se le cruce (o la hija perfecta del ganadero en su defecto), llega de forma rimbombante, buscando la aprobación de la gente sólo para qeu ésta le conceda el poder qeu necesita para alejar al mal de su pueblo.
La estrella simboliza esto, la confianza del pueblo a una figura que promete a través de la imagen una situación de bienestar tan perfecto como él mismo. El pueblo puede estar sumido en la miseria, sentirse desesperado y hambriento, tener muchísimos problemas con todo tipo de aflicciones económicas y sociales pero el show que significa alejar al "malvado" del pueblo le otorga la autoridad suficiente para doblar e incluso quebrar las leyes de comunión establecidas por la gente. Se le entrega como una ofrenda de sumisión la autoridad...
Es así como se forjaron los pensamientos de nuestros abuelos, en tiempos de crisis donde la caja tonta les ofrecía una manera sencilla de menospreciar a sus hermanos indios, trivializando el saqueo de sus tierras y ofreciéndole al pueblo esperanza en imágenes efectistas de un ser superior; Un ser etéreo, enviado por los dioses a liberar a la pobre gente de los malvados que afectan el equilibrio de la apacible villa (sean éstos indios, judíos o comunistas). Analicen el placer que les provoca el western a las antiguas generaciones y verán porque las revoluciones han caído, ¿para qué luchar por la libertad, la justicia y el entendimiento si mañana llegará el elejido, el político perfecto, el profeta que nos alejará de la miseria por siempre?
El pueblo necesita circo, nos acomodaron de esta manera, la sonrisa perfecta del héroe del oeste me huele ahora a mentiras; la invalidación de la sociedad como grupo humano, capaz de tomar desiciones se ve ridiculizada, disminuída a un grupo de ovejas que esperan aquel día donde en un duelo al atardecer el mal sucumbirá con el ruido del trueno.
Tras bastidores sin embargo, el héroe habrá preñado a todas las doncellas del pueblo, habrá gastado cuantos recursos hay en las arcas de los insulzos en cosas triviales como estadía, nuevos ropajes y prostitutas y sólo entonces, mientras se aleja en el horizonte con una sonrisa, ideará la forma en que engañará al siguiente grupo de incautos descerebrados.
Sin lugar a dudas, el perfecto fascista...

martes, 4 de mayo de 2010

Inmoral

El otro día, mientras bajaba lentamente de una de esas voladas en las que arreglamos el mundo con el pensamiento, me di cuenta que existe una palabra que me causa un rechazo gutural, es como si cada vez que la nombran durante un debate o una conversación anulara de inmediato cualquier posibilidad de diálogo o discusión profunda.
Moral y todos sus símiles, es un concepto que de por sí desprecio, a través del tiempo la he considerado como la principal herramienta de los grupos conservadores para justificar sus medidas fascistas.
Comencemos del principio, como primera característica , observamos que Moral es una palabra muy, pero muy subjetiva; que significa por ejemplo ¿"atentar contra la moral y las buenas costumbres "? ¿Quien define que trasgrede la moral?. Hace unos años ver una teta en la televisión podría haber dejado encarcelado o presentar una jugosa multa para cualquier medio audiovisual que se atreviese a transgredir los tapujos religiosos de la época. En la actualidad ver un escolar borracho o una nena promiscua puede ser tildado de amoral, !aún cuando sean fenómenos que siempre han estado presentes en la sociedad!.
Sin embargo como cualquier herramienta social con propósito, la moral tiene una función clara dentro de las comunidades y creencias del colectivo. Ésta función está demarcada como el control de conductas anómalas y posiblemente perniciosas para el correcto equilibrio de un grupo de individuos. En definitiva el trasgredir las normas de la moral atenta contra la creencia de la mayoría respecto de situaciones que puedan parecerles amenazantes, estas conductas pueden ser manifestadas por ejemplo en una reunión de adolescentes en un cementerio, vestidos de negro a altas horas de la noche.
Quizás los más religiosos se escandalizarán pues de inmediato se asociara el concepto demoníaco de la vestimenta negra con el lugar y hora en que nos encontrábamos donde nuestros muertos descansan. Digo nos, porque es una práctica que solíamos aplicar durante el ultimo tercio de nuestras noches de bacilón, hace ya muchos años atrás.
Sin embargo, la percepción prejuiciosa de nuestras actividades nocturnas distaba mucho de la realidad. Para mi y mis amigos, el cementerio de noche era un lugar de reflexión increíble, nadie nos molestaba ni nos miraba extraño si queríamos compartir una cerveza con la memoria de nuestro amigo caído, a través de ese espacio que teníamos sólo de noche podíamos apoyarnos, recordar viejos momentos y sentir la presencia de nuestro amigo mucho más cercana qeu en otro lugar. Jamás hicimos ningún destrozo o mancillamos el terreno sagrado que suponen las tumbas y mausoleos sagrados, ni tampoco buscábamos llamar la atención de otras personas (pues sabíamos vagamente que podría generar consecuencias negativas). Incluyo este ejemplo pues puede apreciarse como una transgresión al espíritu cristiano, cuando en reaidad es todo lo contrario, sólo buscabamos un espacio.
Volviendo al tema, la moral en definitiva le sirve a la sociedad para alienar cualquier cosa que le parezca extraño, el concepto de "pánico moral" me viene a la cabeza el cual fue desarrollado por Stanley Cohen hace no mucho y fue una forma de explicar la persecución a los juegos de rol en los años ochentas o justificar la masacre de geingolandia en el medio oriente. En definitiva la moral es una herramienta que puede hacer que una persona que note algo extraño pueda a través de instituciones o grupos sociales propagar el odio y la intolerancia.
Muchos se preguntarán ¿y cómo manejamos la subjetividad de los actos humanos?, es ahí donde aparece la palabra ÉTICA, la cual es una herramienta social muy similar a la moral, pero con preceptos claros de cuando en cada una de las ocupaciones sociales se usa o abusa para beneficio propio, se utiliza tanto en profesiones como en el diario vivir, hay un acuerdo tácito en la sociedad respecto de lo que es éticamente reprochable, por muy abstracto qeu sea el concepto es a su vez tangible, identificable y socialmente homologable, pues son características que la mayor parte de la comunidad considera como perniciosas para un tercero.
En definitiva ése es el meollo de mi crítica, la ética nos es útil, es elaborada democráticamente y no depende de un grupo externo para sindicarla sino que es un mecanismo que parte por grupos más locales para ser definidos y se extrapola a un acuerdo global, la moral en cambio es mucho más subjetiva y manipulable, cambia y se transforma dependiendo de quienes estén en el poder, forzándonos ya sea social o coercitivamente a convertirnos en seres colectivos, que no supongan una "amenaza" a la obediencia corderil a su vez asociada la individualidad y la libertad de expresión.
Lo declaro aquí y ahora, soy un INMORAL!... Y A MUCHA HONRA!

miércoles, 28 de abril de 2010

Viaje hacia el centro del alma (editado)

Existe una diferencia primordial entre las drogas meramente recreacionales y aquellas realmente sanadoras, las bien llamadas plantas sagradas. En mi experiencia debo decir que las últimas sólo deberían ser aplicadas a través de un mentor, alguien que conozca los efectos y pueda realmente preparar un setting en que la medicina surta el mejor efecto posible, en definitiva, con una ceremonia de por medio. Hubo un tiempo en que no me hacía sentido tener que acceder a un ritual extraño para poder sentir los efectos de ciertas plantas, estaba acostumbrado a auto explorar a través de lo lúdico las experiencias que brindan los psicotrópicos, a través de la práctica supe que sustancia provocaba relajo, euforia, alucinaciones y aprendí a utilizarlas en los momentos y dosis adecuadas para cada ocasión (con uno que otro resbalón propio de la experiencia empírica).
Sin embargo, en la medida que mi formación profesional se fue puliendo, encontré cada vez más coherencia y curiosidad en la experiencia de estas ceremonias.
Accedí a una de ellas gracias a una muy querida mentora, una persona hermosa que me indicó por donde debía dirigirme para encontrarme con los temidos estados alterados de conciencia, quizás vio la necesidad de mi mente de mirarme por dentro, quizás pensó que podía ser un aporte a quienes eran participes de la ceremonia, la verdad nunca lo sabre, lo único que sé, es que dio en el clavo al permitirme ser parte de esta situación.
Arribe al campamento temprano, había una pequeña ceremonia de preparación que consistía en un temazcal, algo que nunca había escuchado y que exacerbó mi curiosidad por las prácticas. Con mucho respeto seguí cada paso lo mejor que pude, aunque no sabía muchos cánticos intenté concentrarme y dejarme llevar por la catarsis que nos unía con los demás integrantes. No recuerdo bien el orden, unos hermanos mapuches entonaron sus cantos a la tierra seguidos de saludos a los cuatro puntos cardinales, se veneraban los elementos el viento, la tierra cada vez qeu eran invocados me daba la impresión que se hacían presentes, a través de su veneración nos hacíamos concientes de su existencia, con la verbalización atraíamos su esencia a la psique y nos compenetrábamos con los sonidos a la mística relación del ser humano con su medio.
Luego hicimos rapé, que es básicamente tabaco seco inhalado, al principio me chocó mucho, los ojos se me humedecieron y sentí un estruendo en mi cabeza que provocaba un agudo dolor en el lóbulo frontal, casi como una inyección de wasabe a la aorta. Poco a poco y luego que el picor y la incomodidad se diluían, mis pulmones se comenzaban a aliviar,lentamente mi cuerpo dejaba de estremecerse y mis conductos respiratorios se despejaban, parecía como si mi cuerpo se hubiese activado, los estímulos del entorno me eran más delicados en la medida que recuperaba el aliento.
Entonces llegó la hora, unas rocas incandescentes estaban bajo una fogata y brillaban con un color rojizo que atraía la mirada, como un racimo de frutos elementales que brillaban con la intensidad de un escarlata resplandeciente.
Nos metimos en una ruca, la estructura era muy similar a las iglúes esquimales, solo que estaba construido con ramas que se entrelazaban en lo que parecía ser un desorden muy organizado de conexiones; Sobre esta disposición, había frazadas y mantas que impedían que tanto el aire del exterior como los rayos del sol penetraran la cúpula. Al entrar, no pude evitar sentir un escalofrío de claustrofobia, el espacio era más pequeño aún de lo que se veía por fuera, en su centro un acuencado agujero nos alejaba hacia los costados, casi rozando la circunferencia exterior del domo.
Cuando estábamos todos apretujados en el interior, uno de los asistentes sacó una de las piedras flameantes, posicionándola justo en el agujero del medio; de inmediato, y casi por inercia, todos nuestros pies se recogieron al observar la brillante masa carmesí que se adentraba iluminando el interior del casco, una segunda y una tercera masa le siguieron, la puerta de entrada se cerró y mientras discutíamos lo que nos reunía en ese oscuro rincón, quien llevaba la ceremonia propagaba especias sobre “las abuelitas”, las que se extinguían luego de emitir un rojas pecas sobre la rugosa superficie.
Un aroma penetrante ingresaba por las narices, con formas fantasmagóricas danzaban al sonar de los tambores, el sudor corría por nuestras pieles y poco a poco el espíritu del guerrero despertaba sobre nuestros corazones. Cuando ingresaron las abuelas cuatro cinco y seis, lo qeu simbolizaba la apertura de la segunda puerta, el ambiente se intensifico, costaba respirar y las puntas de mis dedos ardían por la cercanía de las rocas, mientras intentaba mantenerme erguido el ritmo de mi respiración se dificultaba y pensaba constantemente en retirarme del lugar… Pero no lo hice. En vez de eso, esperé a la tercera puerta.
La novena abuelita marcó fuertemente su presencia, ahora en el interior estaba húmedo, caliente y frío a la vez. Mientras intentaba inhalar, me sentía transportado a una conexión ancestral, que si viene cierto en un principio del encierro era muy leve, poco a poco iba in crescendo, tomando posesión de nuestros espíritus mientras con cánticos nos poníamos en sintonía unos con otros. La necesidad de salir se hacía forzosa; pero me resistí, como todos dentro del domo. Resistí al cobarde en mi interior, el hedonista que buscaba el placer momentáneo, aquel que me mantiene esclavizado alejándome de mi futuro por la eterna búsqueda de experiencias inmediatas.
Después de la tercera puerta, la cuarta fue increíblemente pasiva, era como si de alguna manera nos hubiésemos adecuado al ambiente y nuestra forma física se impusiera sobre el medio ambiente. Había calma, había hermandad, la tierra, rodeaba mi piel, el sudor manifestaba el líquido vital, mi respiración me elevaba por sobre mi mísmo y el fuego sanador de la ruca ahora latía con fuerza en mi pecho.
Al salir, inspiré profundamente. Observe a mis compañeros guerreros y me regocije con la experiencia, algo difícil de transmitir, bizarro y etéreo, un recuerdo que sólo puede replicarse a través de la vivencia. Sólo de pensarlo me estremecía, y cuando recordé que por la noche la ceremonia de cuatro tabacos se venía con fuerza, sólo atiné a sonreír y esperar con ansias el momento de mirar hacia el interior. Mi cuerpo estaba preparado, pronto averiguaría si mi mente le haría compañía…

CONTINUARÁ

viernes, 23 de abril de 2010

La imagen es todo...

Luego de una semana de aguantar adulto-pendejos en el viejo refugio de ñoñería al que llamo trabajo, las inminentes ojeras y mis hombros acercándose al cuello daban cuenta de mi stress, una semana llena de horas académicas adaptación a nuevos ritmos y muchísima pega me llevaron a evitar a toda costa terminar mis días laborales yendo directo a la cama. Como un impulso instintivo me forzaban una y otra vez a un relajo a la hora del japy awer al que accedía con gusto a bohemia en mis labios.
Cada día una experiencia diferente, unas excitantes, otras no tanto y los clásicos momentos rutinarios que a estas alturas del partido se repiten en un porcentaje asolador.
Eso al menos hasta que, tras una nómade velada, terminamos en la pink house nuevamente, aquel vortice del caos que atrae aventuras a domicilio.
Junto a mis compares nos acercamos a lo que prometía ser una fiesta entretenida y simpática, pues la casa había sido arrendada por un grupo de mechones para el relajo de principio de semestre. Simpático, pensé para mis adentros mientras nos acercábamos al oasis de perdición. Ilusamente idealizando el carrete de esa noche, al llegar nos dimos cuenta que la verdad distaba mucho de la fantasía onírica que había construido en mi cabeza.
En el patio se veía mucha gente, vasos en mano, el aroma a desorden les salía de los poros casi tan frenéticamente como el humo que desesperadamente inhalaban. Llamamos al dueño de casa y de inmediato la pendejez se manifestó en los odiosos malcriados que teníamos delante, un adolescente mañoso no concebía que pudieran entrar torrantes como nosotros a su patética celebración, nos lo hizo saber con pataleos y pucheros que se vieron abruptamente interrumpidos por una mirada y un par de frases cargadas de ubikatex. Para ese entonces ya suponía que seria una larga noche...
Compartiendo en la cocina un roncito, no podíamos dejar de notar el barullo gallinístico desde la mesa principal. Un grupo de niñas con un almas cargadas de publicidad y disney channel marcaban un segundo ritmo a los reggetones que reinaban el ambiente; nos deteníamos a ratos(cuando su volúmen se incrementaba demasiado), a escuchar su forma de interactuar, además de su lenguaje cargado de muletillas y símbolos que por su baja cantidad se repetían con bastante frecuencia, nos brindaban un zumbido del que no podíamos escapar, creo que incluso los perros podían sentir ese barullo agudo que hacía temblar los vasos de cristal sobre la mesa.
Casi por condicionamiento cada vez que necesitaban algo se dirigían a mi colega six-machine y le pedían alivio a sus superficiales necesidades: ¿donde esta el hielo?, ¿Tienes confort?, ¿Mas sillas?... Dios mío!, si hubiese sido mi casa esas nenas no hubieran durado dos segundos weiandome. Asi transcurrió la noche, mochas, reggeton, zumbidos huecolais y estupidez que sólo brinda la falta de experiencia social.
Llegó un momento cuando la fiesta estaba en su pick, luego de que los carabineros arribaran por tercera vez y cuando ya habían entregado su primer parte procedí a descargar mi vejiga a los campos de mi compañero, absolutamente libre, encanabizado y con una pizca de ron pa darme sazón.
Fue entonces cuando se desató, una turba de imbéciles estaba destrozando la casa, peleándose entre ellos como simios descerebrados, me acerque por el barullo y cuando vi esa tremenda masa lacerando el lugar sentí un escalofrío por la espalda. Mi sistema simpático estaba completamente activado de pronto y como un río de cocaína mis venas se inflaron con adrenalina, de pronto me sentí capaz de todo, mis músculos se sentían atentos, fuertes y tensos, listos para reaccionar frente a cualquier amenaza. Así salté al medio de la turba, tomé a dos papanatas y empujándoles con fuerza los llevé más allá de la reja dejándolos caer a los pies de la policía, la verdad no se si loa habrán tomado detenidos o no, pues sólo me preocupaba que habían otros cuatro pelafustanes revolviendo el gallinero que a estas alturas eran griteríos agudos y chucherías graves surcando el aire en todas direcciones. Afortunadamente otros “torrantes” me ayudaron distrayendo a los agresores más evidentes, de esa manera mientras los intentaban calmar, yo me dedicaba a tomarlos y sacarlos lo antes posible del foco problemático. Increíblemente durante todo el ajetreo nadie se atrevió a agredirme, fue entonces cuando caí, estaba recién rapado, con una polera verde, bototos y blue jeans, la palabra neonazi resonó en mi cabeza y mientras intentaba mantener las revoluciones andando una carcajada retumbó en mi cabeza.
Cuando terminé de echar al último pelagato la euforia no me dejaba descansar, tenía clases al otro día, así que salí con mi ipoc shushle a bailar dando vueltas para demorarme lo más posible en llegar a casa, no pude evitar pensar en las caras de pollito que tenía la gente cuando les gritaba en la cara, en el discurso donde les informe que el carrete se acababa, donde no volaba ni una mosca y todos acataban una ley impuesta sólo por lo que aparentaba ser el macho alpha, muy probablemente muchos del lugar habrían barrido el piso conmigo, pero entre la imagen de mí mismo manejando la situación, la imagen proyectada hacia los asistentes y la ropa de pelao cagao del mate, nadie refutó la autoridad que me entregó algo tan simple como el creerse el cuento (y por supuesto el disfraz para combinar). Por ahì alguien dijo: Lo importante no es ser fuerte, es creerselo...

lunes, 5 de abril de 2010

Libertad Divina

Hay pocas cosas que me molestan en esta vida, muchas me incomodan, otras me son incomprensibles, incluso un monton de tonterías me son indiferentes. Sin embargo, si hay algo que me molesta en demasía es la postura de los moralistas frente a cosas como la libertad del ser humano para con su cuerpo y mente, un par de temas atrás me dedique un poco a divagar sobre eso, sin embargo quería hacer un acercamiento más profundo al tema de las drogas y el miedo asociado a las libertades psicotrópicas que el mundo de los alucinógenos provee.
Personalmente encuentro que cada droga tiene un sentido, y aunque tengo reparos con algunas para mi es importante acercarse y conocerlas para poder discernir sobre ellas. Ojo, no necesariamente probarlas pero al menos saber de que se trata cada una y cual es su efecto tanto mental como fisiológico.
Dejando un poco de lado las drogas "legales" no recuerdo bien cuando fue que fume mi primer porro, lo hice de mono y la verdad que no me hizo mucho efecto. No fue hasta los 17 que luego de un fatal accidente me ví inmerso en un torbellino de depresión y desesperanza, me autorrecluí en mi casa, donde mis amigos mas cercanos llegaban a honrar la muerte de uno de la pandilla con trago y pucho. Mi inconciente afloraba constantemente dejando estragos y alejándome aún más de la sanación de mi alma. No pensaba claro, mis ideas estaban repartidas entre la culpa, la ira hacia mi mismo y la autocompasión. Fueron momentos difíciles, sin embargo no quería ayuda profesional, por algun motivo me imaginé que terminaría siendo un zombie de las pastillas, mermando mi creatividad, sin permitirme salir adelante y asimilar correctamente esta fuerte experiencia.
Fue entonces cuando encontré la marihuana, sólo una fumada bastó para que mi corazón se tranquilizara y pudiera sentarme a pensar, no digo que haya sido la solución mágica ni nada por el estilo, pero me ayudo muchisimo a detenerme y reflexionar un poco, razonar acerca de lo que había sucedido, donde estaba yo en ese momento y cuales eran mis responsabilidades de ahí en adelante. El trabajo mental fue absolutamente personal, pero el porro de alguna manera me quitó esa camisa de fuerza que me impedía acercarme a mi interior de una manera ligera y ordenada.
Desde entonces soy un fumador social, me gusta disfrutar un cañito y salir a caminar por las calles, ver una película o simplemente compartir unas birras y reírme hasta el cansancio. Si fuera legal tener mis matitas no molestaría a nadie, sin embargo, la ley me obliga a acrecentarle el negocio a los nefastos que reparten pasta base y cuanta porquería por la calle, haciendolos más poderosos de lo que ya son, un círculo vicioso que obliga al estado a gastar millones en policías trabajando a doble turno... soberana estupidez.
Esto me lleva al tema de fondo que son las libertades de la mente y la divinidad, pues si nos fijamos bien incluso la liturgia cristiana incluye el vino en sus ceremonias, qeu si viene cierto ahora son mucho mas pulcras que en los tiempos de jesus, estoy seguro que compartir el vino al principio de los tiempos hablo de camaradería y apertura entre los fieles. Entre las tribus que aún quedan en el mundo es preponderante el uso de sustancias para guerreros, shamanes y miembros de la aldea mientras de compartir, tener una revelación o prepararse para cazar se trata.
¿Porque mierda no puedo plantar una matita que puede sanarme en mi propio jardin?, ¿a quien rechucha le afecta si me fumo un cañito en la tranquilidad del hogar?. Sólo puedo pensar en el eterno temor de la gente a lo que no comprende, como pueden sin cesar apuntar con el dedo a lo que les es extraño, creo que en el aire se siente un cambio generacional fuerte, impulsado por la globalización y el entendimiento que estamos haciendo todo mal. Hace poco observé como procesaban a un terapeuta que trabajaba con San Pedro, un cactus sagrado que aplicado de la manera adecuada te permite observar tu interior y "conectarte" de una forma casi mágica, una capacidad que no explotamos al estar ligado al concepto de realidad concreta, un concepto que no nos permite observar las pequeñas conecciones que están en todo y en todas partes.
Aquellas conecciones que jamás observarán quienes deambulan como ovejas por el mundo, sin llegar nunca realmente a conocerse, siguiendo como animales descerebrados lo que dicen "los qeu saben" sin realmente meditar acerca de cosas tan importantes como la libertad de pensamiento y acción que en definitiva es aquello por lo qeu el hombre ha luchado desde tiempos inmemoriales.
Observen a Jesus en su plenitud!, un sabio itinerante que hablaba de amor por la gente, por la naturaleza y que expresaba que todos eramos hijos de una escencia que está mas allá de nuestro entendimiento, pero que podemos sentirla y acceder a ella no como un padre sobreprotector mañoso y engreído (ese es el hombre), sino como una fuerza que no es buena ni mala, no tiene forma humana porque lo es todo, cada particula que pulula a nuestro alrdededor en escencia es igual a nosotros, existe y no existe mientras respiramos, acceder a ella sólo requiere sentarse a meditar y creer, realmente creer que fuimos hechos para lograr esa conección que en definitiva es el sentido de nuestra vida.
Si Jesús viviera en nuestros tiempos, seguro que se fuma un caño conmigo...

sábado, 27 de marzo de 2010

La Gran Noche

Eran las 8:00 de la noche en Valdivia y en mis venas ya corría la excitación que supone una nueva aventura, los planetas se alinearon cuando mi querido amigo el terror llegó hasta mi trabajo para lo que sería una adrenalínica noche.
Salimos de la "Dragoncueva" luego de un dia de arduo trabajo, la noche estaba tibia, oleadas de energía elemental azotaban el cuero de mi chaqueta y hacían erizar los pequeños cabellos que asoman por mi cráneo, mi sonrisa delataba mis expectativas para una ajetreada velada, por lo que decidimos pasar por mi casa a tomar unas chelitas de relajo. El maniaco se unió a nuestra cruzada y compartimos dos aluminios rellenos de lúpulo que guarde con recelo desde hace unas semanas (perdi hace algun tiempo el gusto por beber solo), un matiz de esperanza para mi excitación salió de entre las manos del terror, y a través de un cilindro pachamamico tranquilizó mis tensos músculos.
Ahora si... estaba listo. Mientras la cerveza bajaba por mi garganta y el humo despertaba mis sentidos, me sentí como Rambo preparándose a acabar con el ejército tercermundista de turno.
Una sonrisa extraña, se dibujó en mis labios mientras caminábamos por la puerta hacia afuera, las conversaciones eran viles murmullos pues mi mente estaba centrada en mis pies, que casi me indicaban la dirección y momento exactos donde debía estar en unos minutos.
Y así fue, como un designio divino observé como mis queridas compañeras salían del supermercado y me apronté a ayudarlas con las bolsas para el que prometía ser la mejor fiesta que me había topado en años. La conversación camino hacia la Pink House se hizo tan viva, tan cercana, que para cuando mire hacia atrás mis queridos amigos entraban a comerse un sandwich, quizás intimidados por el grupo de guapas muchachas que caminaban hacia el futuro caos que el bizarro local nos ha proporcionado a través del tiempo.
Desde mis entrañas me había puesto en muchas situaciones, conversar con gente nueva, fresca e interesante, interactuar con mentes asiduas a nuevos desafios y con suerte lograr empatizar lo suficiente para compenetrarme con alguna persona. Buscar el placer sencillo, la ligereza de encontrarse y maravillarse con una desconocida por una noche, una linda y entretenida velada.
Y casi lo conseguí, supe de alguien que estaba interesada en mi y cuando la vi casi no pude creerlo, una chica hermosa de ojos esmeralda casi salida de cuento de hadas; probablemente lo mas agraciado físicamente que ha dirijido su mirada en este humilde bardo. Al principio me exalté, la idea de que alguien de rasgos tan delicados me encontrara atractivo... !Diablos! la idea de que ALGUIEN me encontrara atractivo fue más de lo qeu esperaba esa noche, normalmente acostumbro al acercamiento a través de las palabras, miradas y movimientos generados específicamente para generar las hormonas adecuadas. El tiempo fuera de las canchas ha corroido mi tino en este tipo de situaciones y el expresivo yo que se manifiesta regularmente se ve disminuido a una maraña de nervios cuando el encuentro apenas se ve posible.
El gancho torpe pero bienintencionado de parte de una compañera (con la que estoy muy agradecido) fue lo que desató el encuentro... Un punto en contra, pues no fui yo ni ella quien dió el primer paso, no hubo ni un atisbo de lenguaje corporal para reunirnos; partimos mal.
Recordé entonces que hace algunos días con el terror conversábamos acerca de los esterotipos de mujer detrás de la popular serie "Sex and the City" y que a través de esos estereotipos podíamos identificar a nuestro ideal. Aunque en mi vida amorosa siempre he querido explorar mucho y he estado con todo tipo de mujeres diferentes por algun motivo he guardado mas cariño por las cazadoras, aquellas aguerridas muchachas que saben como conseguir lo que quieren, saben de gestos, invitaciones y miradas que pueden hacerte pensar que estas cazando satisfactoriamente sin darte cuenta que estas cayendo exactamente donde ellas quieren, conocen el baile de la seducción de pies a cabeza y no vacilan a la hora de utilzar todas sus herramientas para hacer un preámbulo adecuado que te lleve a sus brazos.
Desgraciadamente éste no fue le caso; sus despampanantes atributos físicos me daban la impresión todo el tiempo de que ella tenía el control absoluto de la situación, mi rol era absolutamente secundario frente a su avasallador ego. Mientras bailábamos, sus movimientos forzados e indiferencia fueron minando el impulso libidinal que había regido mi noche hasta ese entonces, de pronto, me sentí como un muñeco en el juego de quienes consiguen todo con una facilidad aterradora, era un simple capricho al cual no valía la pena ponerle el más mínimo esfuerzo, sólo con un simple complot, dos frases y un poco de alcohol podían controlar mi conducta y probablemente mi destino por la noche. Traté de sacudirme el pensamiento que podría dejarme como un idiota nuevamente, pero no pude encontrar su mirada, sus ojos estaban perdidos en un lugar lejano, no estaba interesada en congeniar, en compartir un pequeño momento, y eso terminó por incomodarme.
No es que este buscando una relación ni nada por el estilo (creanme no lo estoy para nada), pero al menos podemos interactuar en el bello ritual de la seducción, que aunque para algunos sea una ridiculez, para otras personas cobra un sentido de complicidad, una suerte de vínculo que condimenta un encuentro intersante y abre camino para nuevas experiencias, nuevas conecciones, como si receptores neuronales se abrieran para abrazar la nueva droga que cultiva el socializar en nuestra conducta y modifica nuestras percepciones.
Simplemente mi caoticidad ganó, opté por la libertad, bailé como nunca, con quien quize y aunque quede con un sentimiento de angustia por mi pobre actuación seductoria y la pérdida conciente de una oportunidad que quizás jamás volveré a tener, me voy feliz; porque al fin y al cabo hice lo correcto, aunque no puedo negar que si hubiese estado mirando la situación desde una tercera persona, probablemente me habría repetido una frase de consejo que doy a mis amigos todo el tiempo:
- !NO PIENSES TANTO WN!, No ves que mientras mas piensas mas weon te pones pa esto!

Maldita cabeza, porque me haces pensar tanta wea...

miércoles, 24 de marzo de 2010

MAldad y condicionamiento social

Mientras caminaba esta mañana escuchando Elvis, reflexione de cómo a través de los tiempos el sentido de maldad a ido mutando, de que manera se arraiga en la gente la definicion de lo correcto y lo incorrecto.
En este sentido si viene cierto el sentido comun dicatmina que "tu libertad termina donde empieza la libertad del otro" es difícil aplicarla cuando hay grupos sociales que de alguna manera modelan el lente por el cual se observa la realidad.
Muchos dicen que la capacidad de reflexión guarda estricta relación con el nivel sociocultural y el acceso a una educacion formal adecuada, viendo en youtube extractos de un documental que analizaba el fenómeno Opus Dei, donde un sacerdote explicaba porque no tenían Nietszche en sus bibliotecas, no podria estar mas en desacuerdo. Queramoslo o no cualquier construcción social intentará condicionarnos, si viene cierto no tan radicalmente como el fenómeno Opus dei, si de manera más pasiva, creando, por ejemplo, programas de acuerdo a nuestra edad para el colegio, imponiéndonos un estilo singular de vestimenta en la educación media o simplemente instaurando modas consumistas en los medios.
La sociedad como la conocemos necesita el condicionamiento para funcionar. Convencernos de comprar tal o cual producto, convencernos de las imagenes televisivas se asocian a actitudes o personalidades particulares, mensajes específicos respecto d ela concordancia de la imagen con la esencia del ser.
Pero me estoy desviando del tema, mi principal preocupación viene del llamado secatrismo y cómo podemos diferenciar una religión (palabra bonita) de una secta (palabra prohibida).
En sus significados en el diccionario de la real academia española destaco el tercero, pues en general jamás se habla de connotación negativa como observamos en los medios, secta se denomina como: "Conjunto de creyentes en una doctrina particular o fieles de una religión que el hablante considera falsa". Por ende cualquier manifestación dogmatica que nos parezca ajena a lo socialmente aceptable puede convertirse de inmediato en una secta para nuestros ojos, pero acaso ¿no son la iglesia católica, judía, mormona, etc una gran secta para quienes no comparten sus creencias?
LA respuesta es que tecnicamente si, sin embargo como la lengua la hace la gente y no necesariamente un medio creado por unos pocos con consentimientos de muchos podriamos desglosar a grandes rasgos lo que popularmente entiende como secta:
Secta es un grupo de personas asociadas por una doctrina particular que son potencialmente peligrosas o de plano nocivas para sus participantes o para la sociedad en general. LAs características de las sectas de acuerdo a un pequeño estudio que realize hace un tiempo es que buscan integrantes afectados emocionalmente facilmente manipulables. A medida que pasa el tiempo el adoctrinamiento se vuelve mas fuerte, intentando alejarlos de seres queridos o posibles focos de "contaminación" para la creencia de turno, es entonces donde se les aisla incluyéndoles de lleno en la comunidad y bombardeando ideas frecuentemente targiversadas de hechos históricos o manuscritos científica o socialmente avalados.
Bajo mi propia experiencia he visto la negacion incuestionable frente a estos mecanismos utilizados por religiones, grupos sociales y tribus urbanas.
Hace no mucho tuve una acalorada discusión con un ex chotero respecto de el sexo fuera del matrimonio, el aborto y un sinfín de cosas que antes de enclaustrarse voluntariamente en un centro religioso jamás hubiese manejado argumentos tan mecánicos para soportar su punto de vista, llama la atención que al conversar con personas condicionadas por treceros a asimilarse a una corriente de pensamiento les cuesta mucho responder a cuestiones que no hayan sido pauteadas en alguna de sus charlas y que generalmente tengan alguna muletilla a la qeu recurrir cuando se sienten acorralados, en el caso de mi querido contertulio pasaba por el derecho a la vida o la proteccion del nucleo familiar bien constituido. Tuve discusiones incluso con un amigo cercano convertido en neonazi y la verdad que la formula de justificación de su paradigma era increíblemente similar, sin nombrar los factores emocionales ligados a ello como la baja autoestima, la necesidad de valorarse dentro de un grupo particular y la inminente conformidad que propone una meta clara y definida al establecer un prototipo de persona específica como el ideal de la comunidad, dejando de lado por supuesto el cuestionamiento constante y la libertad de expresión y pensamiento divergente.
Esto nos lleva al concepto de maldad definido por los diversos grupos, el miedo al otro, a pensar diferente alejandose así de los pares provoca un encuentro con la maldad en todo lo que es diferente, de alguna manera es el miedo a tener ideas erradas que puedan sacar a las personas del riel de seguridad qeu les provee una meta fija e ideales estructurados para regir sus vidas.
La maldad se manifiesta de formas tan subjetivas y diversas que mientras para mi es muchisimo mas nefasto estar inmerso en el sistema bancario o coludirse para aumentar los precios en productos de necesidad basica, para otros puede ser nefasto una postura pro aborto o un marihuanero ensuciando las calles.
A lo qeu voy es que mientras mas grande el grupo qeu apunte a un problema en particular, mas condenable será este para la opinión de quienes estén dentro o influenciados por este grupo (incluyendo los medios de comunicación en algunas ocasiones), mientras que por otra parte si analizamos problemas desde nuestras propias conclusiones, aplicando tanto nuestro intelecto como moralidad podremos observar muchas mas aristas que en grupo normalmente pasan desapercibidas, y a través de esta reflexión, poder compartirlas para empaparnos de la perspectiva del otro y sopesar en definitiva nuestro juicio, antes de condenar algo que visto de un punto de vista diferente puede no ser tan terrible.
En fin, ELVIS SIEMPRE SERA EL REY!

domingo, 21 de marzo de 2010

Mi primer día del fin del mundo

Desperte esta mañana mas lento de lo habitual, no me sentia cansado ni nada por el estilo, simplemente observaba todo con inusual tranquilidad y pensé que sería el día ideal para dar un paseo de soledad. Si hay algo que me encanta de esta ciudad son sus melancólicas calles, casi siempre siendo acariciadas por la delgada lluvia, las casas escurriendo agua por sus paredes, casi se puede sentir la humedad adheriéndose a los hongos de la superficie.
Prendí un porro y me decidí a salir por esa puerta, sin rumbo fijo, a encontrarme con lo que sucedía afuera, un magnifico festival de sensaciones por el que no se paga y no puede planearse, la cantidad específica de nubes, la medida exacta de lluvia, más importante aún, el ánimo preciso para ser parte de la coreografía.
Cuando salí de casa de inmediato una sensación de plenitiud asomó mi conciencia, las calles vacías sólo seguidas por el constante repiqueteo de la acera creban música, el talón de mis bototos marcaban el ritmo y una leve brisa susurraba notas al inósono.
Entonces me detuve, retiré la capucha que me rozaba las sienes y respiré profundo, miré hacia atrás, delante y ambos lados, me encontraba solo, recién me percaté que realmente no había nadie más en la calle, ni un auto, ni una ventana, ni siquiera un extra errante amenazaba la quietud de ese instante.
¿Sería así de tranquilo despues del fin del mundo?, mas bien, ¿será asi de tranquilo cuando no queden humanos orgullosos, peleándose por un concepto imaginario que les diferencia entre sí, dándoles un propósito tan condicionado como la baba de cierto perro?
Comencé a cuestionarme acerca de mi reacción en una situación similar, ¿que sería de mí si cierta mañana me despertara y solo quedara un puñado de sobrevivientes como yo intentando persistir su existencia en una tierra que les es ajena?.
Como sucedió en una ciudad cercana tras la catástrofe, el pánico se apoderaría de las masas, los saqueos serían de inmediato el primer brillante plan entre una sociedad que apenas cruza palabras con quien vive a una puerta de distancia.
Frente a la desesperación ¿que seria lo primero que saquearía?.
Hasta hace unos días pensé que confort sería la primera opción, ya saben, uno puede juntarse con otras personas, administrar la comida, (además, es muy probable que para acceder a la comida hubiese de por medio una batalla encarnizada contra quienes tienen la incertidumbre de qué comerán al día siguiente). Sin embargo, ¿la vida sin confort?, imagínense una realidad catastrófica, donde probablemente los servicios básicos estuviesen cortados y termináramos limpiando nuestros desechos con hojas que fácilmente pueden rasgarse para dejarnos con un tierno aroma en la punta de los dedos. ¿Confort no suena tan descabellado despues de todo ah?.
Pero bueno, despues de reconsiderarlo esta mañana pense que lo primero que conseguiría sería unas buenas semillas. Tomates, zanahorias, frutales, etc, todo para garantizar que cuando ya no quede alimento, al menos tendre una esperanza de comer en el mañana.
Debe ser exquisito poder ser libre en ese sentido, no depender de una mega tienda para sentirse completo. Poder hacer las cosas a la antigua, cultivando lo propio, compartiendo con animales, sin arriesgarse a ser visto con ojo despectivo por no querer una bolsa de plastico en el supermercado.
Llamenme egoísta, loco o desadaptado, pero creo que le haria bien al mundo una limpieza profunda, si eso sucediera mañana, probablemente tendría algo para comer a tres meses del holocausto. Aunque pensandolo bien, si sucediera en tres meses y plantara hoy, mañana no tendría de que preocuparme de que comer.
Ya conseguí semillas de tomate y los maceteros, desde hoy cultivo una pequeña parte de mi alimento... ahora solo me queda comprar confort, mucho confort.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El sexo y el dinero

Personalmente siempre pense en el sexo como una forma de exploracion que si viene cierto no esta necesariamente ligada con los sentimientos más íntimos, es un complemento importante a la hora de compartir una relacion de pareja.
Sin embargo en mi solteria, con la oxidada experiencia en los caminos del romanticismo, las constantes armaduras que se interponen y la torpeza que acarrean los años "fuera del mercado", me he visto en mas de una ocasion con la necesidad de sentir otro cuerpo humano cerca de mi, de alguna manera sentirme deseado y bello luego de tanto tiempo como hermitaño emocional.
Por lo mismo, comence a averiguar la posibilidad de contratar los servicios de aquellas señoritas que hacen de estas necesidades físicas y emocionales una forma de vida.
Había oído de algunos amigos (puteros encubiertos), de lugares en Valdivia a los que se podía acceder, recuerdo que me asombre en primera instancia de la cantidad de gente joven que acude a estos servicios, pues cuando manifeste mi inquietud recibí consejos de las personas menos esperadas, lo que me llevo a la conclusión que por las tierras del sur, los servicios de compañía son tan habituales como la humedad.
Me decidí entonces a lanzarme a esta nueva experiencia, pense que podría ayudarme con mi autoestima, bastante baja por estos días y junte dinero acusiosamente para una señorita muy recomendada en foros especializados en el tema (si, me informe bastante antes de tomar una desicion final). Consulte entonces detalles protocolares con mis contertulios, me prepare psicológicamente para entregarme al placer y partí decidido, luego de hacer una cita con la susodicha, raudo a la experiencia.
Pase por condones tras una de las recomendaciones, observe las estanterías y me decidí por unos lifestyles hippie, que calzaban con la impronta de "amor libre" que pensaba cultivar en unos minutos. Saqué mi número para esperar una de las cajas y tras observar el papel el numero 69 me hizo soltar una carcajada por la ironía que esto suponía.
Mientras caminaba hacia el lugar la idealizacion asaltó mi cabeza, me imaginaba cual colegiala un ambiente grato, una erotizante simpatía que me observara con deseo y exprimiera mis sentidos mientras nos acercabamos al remolino de placer que supone la consumacion final. A medida que me acercaba, el corazón me saltaba con rapidez y las expectativas crecían con un ritmo irrefrenable.
Al arribar, disque el numero antes proporcionado y una señorita se acerco a mi, con un acento un tanto vulgar llamó mi atención mientras me indicaban que la pieza estaba "ocupada" y teníamos que esperar nuestro turno. Al principio esto no me molesto, pues una conversacion previa podria ser entretenida, averiguar un poco de como funciona la vida de estas señoritas me llamo mucho la atencion. Sin embargo, a medida que la conversacion avanzaba, se hizo evidente que los niveles de empatía ligados al sexo poco tienen que ver con aquellos ligados a la personalidad y las relaciones humanas, por primera vez observe una línea muy marcada entre lo que son las destrezas en lo carnal y la verdadera esencia de las relaciones afectivas.
Su tema eran las perversiones, los gustos y placeres extraños a los que era capaz de llevar a sus clientes o "chicos" como les llamaba. Notaba en su acento la pasión con la que analizaba cada una de las perversiones a las que se veía sometida con regularidad.
Me parecio fascinante que mientras algunas personas pasamos a través de la etapa superior a los veinte obsesionados con el trabajo o el estudio, y nos maravillamos a diario de las nuevas pericias y conocimientos que acumulamos a traves de nuestro trabajo con él, esta chica había refinado sus análisis con esta misma efervescencia y fuerza relatandome las mas bizarras manifestaciones de la sexualidad en la psique humana.
Luego de cerca de 45 minutos de la hora original pudimos pasar a lo nuestro, y aunque en un principio volvia sentir esa excitación por el momento, los asuntos protocolares, las explicaciones de un servicio estructurado y la informacion recibida con anterioridad opacaron la novedad de la situacion.
Cuando comenzó a devestirme sentía sus jadeos como una robotización extraña, una especie de trance autoimpuesto, apoyado con mantras erotizantes que repetía sin cesar mientras sus ojos se ponían blancos. Pese a la inminente erección que me proporcionó, los olores, la sensación de inseguridad y lo increíblemente gracioso de su acto erótico terminaron por disuadirme, no pude ocultar más mi incomodidad y solte una carcajada desde mis entrañas.
-¿Estas volado? me pregunto un poco molesta.
Le respondí con un meneo de cabeza mientras intentaba concentrarme nuevamente. Sin embargo mi destino ya estaba escritro para esa noche, la aleje con suavidad luego de un rato, y me excuse cancelando el tiempo que le hice perder y alejándome en la noche mientras reflexionaba.
Pues por muy liberal que mi razón sea, mi escencia necesita un sentido para estas manifestaciones afectivas, no se si sera quizás la seducción previa, el vínculo personal o simplemente la manifestación de cariño a través del acto sexual, lo único que me quedo claro es que para mí, aquello que busco en una relación sexual, es algo que el dinero, no comprara jamás.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Malditos 30s

Es increíble lo corto que se hace la vida luego de cumplir 20, en un principio uno como niño no haya la hora de poder ser mas grande para poder imponerse y ser respetado. Recuerdo que nada me molestaba mas que cuando me decian "chico" o "niño", aunque estaba conciente de que lo era de alguna manera, el término me ponía inmediatamente en un lugar inferior, una sumisión involuntaria impuesta por un físico en desarrollo y una vida con poco concimiento y experiencia.
Mas adelante en la niñez avanzada y principios de la adolescencia veía como los que estaban sobre enseñanza básica (primaria) disfrutaban y se desarrollaban, fantaseaba con ser uno de ellos, tener el físico y el sex appeal para conversar y divertirse sin los molestos matonajes y luchas infantiles por atención que terminaban casi siempre con algun desafortunado personaje siendo motivo de burlas y desprecio (rogaba a dios porque no fuera mi turno).
Cada año que pasaba era un constante martirio esperando la siguiente etapa, desde los doce anhelaba los trece, luego al tener trece queria solo tener quince para asistir a las rimbombantes fiestas que se celebraban, tiempos en que apenas tenia la capacidad de hablar con una persona del sexo opuesto y cada mirada que me dirijian mis platonicos amores era una caricia que me dejaba anonadado y sin habla.
A los quince la mirada se dirijía hacia la mayoría de edad y las infinitas posibilidades los dieciocho ofrecía. Llegaron los dieciocho y con ellos la libertad de estar fuera del colegio, abruptamente uno se da cuenta que la tan preciada libertad no es tan utópica como uno percibe y que las desiciones a tomar pueden definir el futuro que aun ni nos molestamos en imaginar.
Asi llegamos a los veinte, donde la carrera se apresura, la competencia, los estudios, las desiciones se tranforman en segundos y cada año es mas parecido al anterior, veintiuno, veintidos, veinticinco, veintiocho y finalmente al borde de los treinta casi ni alcanzo a detener el tiempo para volver a la edad "socialmente aceptable de pasarlo bien", en este período uno ve amigos absorbidos por el mundo laboral, estudiantes obsesos por estar lo mejor preparados para encajar en el perfil social moldeado por la vida academica, comienzan a salir al baile los retoños sorpresa, las amigas se transforman rapidamente en señoras y los compadres de antaño de un año a otro se vuelven "adultos".
Pronto el estar con una persona se vuelve una necesidad para el entorno y los ojos del publico se vuelven juiciosos para quienes elijieron otro camino, comenzar la vida universitaria a edad tardia se torna tan incómodo como invitar a salir a una damisela y los kilos ganados en un asado no se bajan dejando de comer por un día.
Es extraño com la imagen idealizada de uno mismo comienza a fundirse con la imagen social y poco a poco la tolerancia y las ganas de conocer nuevas e impresionantes personas se vuelve mas tediosa y sin sentido (las respuestas e historias cada vez se repiten con mas frecuencia).
Hace algunos años no entendía como la gente podía convivir con una misma persona por mucho tiempo y más aún me impresionaba como esas rotas relaciones seguían soportandose sobre el miedo a la soledad o al ridiculo social y aunque ahora los entiendo, sigo sin aprobar los últimos.
Con frecuencia me pregunto si soy yo el que esta mal por querer disfrutar mi vida y no complicarme con la vision simplista que mecaniza al ser humano constantemente o si es la sociedad que esta mal por obligar al hombre a tener un rol y una identidad definida frente al resto del mundo.
Supongo que solo lo averiguare cuando cumpla los cuarenta...