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Balthezor NothReally

Balthezor NothReally
Bardo Itinerante

sábado, 27 de marzo de 2010

La Gran Noche

Eran las 8:00 de la noche en Valdivia y en mis venas ya corría la excitación que supone una nueva aventura, los planetas se alinearon cuando mi querido amigo el terror llegó hasta mi trabajo para lo que sería una adrenalínica noche.
Salimos de la "Dragoncueva" luego de un dia de arduo trabajo, la noche estaba tibia, oleadas de energía elemental azotaban el cuero de mi chaqueta y hacían erizar los pequeños cabellos que asoman por mi cráneo, mi sonrisa delataba mis expectativas para una ajetreada velada, por lo que decidimos pasar por mi casa a tomar unas chelitas de relajo. El maniaco se unió a nuestra cruzada y compartimos dos aluminios rellenos de lúpulo que guarde con recelo desde hace unas semanas (perdi hace algun tiempo el gusto por beber solo), un matiz de esperanza para mi excitación salió de entre las manos del terror, y a través de un cilindro pachamamico tranquilizó mis tensos músculos.
Ahora si... estaba listo. Mientras la cerveza bajaba por mi garganta y el humo despertaba mis sentidos, me sentí como Rambo preparándose a acabar con el ejército tercermundista de turno.
Una sonrisa extraña, se dibujó en mis labios mientras caminábamos por la puerta hacia afuera, las conversaciones eran viles murmullos pues mi mente estaba centrada en mis pies, que casi me indicaban la dirección y momento exactos donde debía estar en unos minutos.
Y así fue, como un designio divino observé como mis queridas compañeras salían del supermercado y me apronté a ayudarlas con las bolsas para el que prometía ser la mejor fiesta que me había topado en años. La conversación camino hacia la Pink House se hizo tan viva, tan cercana, que para cuando mire hacia atrás mis queridos amigos entraban a comerse un sandwich, quizás intimidados por el grupo de guapas muchachas que caminaban hacia el futuro caos que el bizarro local nos ha proporcionado a través del tiempo.
Desde mis entrañas me había puesto en muchas situaciones, conversar con gente nueva, fresca e interesante, interactuar con mentes asiduas a nuevos desafios y con suerte lograr empatizar lo suficiente para compenetrarme con alguna persona. Buscar el placer sencillo, la ligereza de encontrarse y maravillarse con una desconocida por una noche, una linda y entretenida velada.
Y casi lo conseguí, supe de alguien que estaba interesada en mi y cuando la vi casi no pude creerlo, una chica hermosa de ojos esmeralda casi salida de cuento de hadas; probablemente lo mas agraciado físicamente que ha dirijido su mirada en este humilde bardo. Al principio me exalté, la idea de que alguien de rasgos tan delicados me encontrara atractivo... !Diablos! la idea de que ALGUIEN me encontrara atractivo fue más de lo qeu esperaba esa noche, normalmente acostumbro al acercamiento a través de las palabras, miradas y movimientos generados específicamente para generar las hormonas adecuadas. El tiempo fuera de las canchas ha corroido mi tino en este tipo de situaciones y el expresivo yo que se manifiesta regularmente se ve disminuido a una maraña de nervios cuando el encuentro apenas se ve posible.
El gancho torpe pero bienintencionado de parte de una compañera (con la que estoy muy agradecido) fue lo que desató el encuentro... Un punto en contra, pues no fui yo ni ella quien dió el primer paso, no hubo ni un atisbo de lenguaje corporal para reunirnos; partimos mal.
Recordé entonces que hace algunos días con el terror conversábamos acerca de los esterotipos de mujer detrás de la popular serie "Sex and the City" y que a través de esos estereotipos podíamos identificar a nuestro ideal. Aunque en mi vida amorosa siempre he querido explorar mucho y he estado con todo tipo de mujeres diferentes por algun motivo he guardado mas cariño por las cazadoras, aquellas aguerridas muchachas que saben como conseguir lo que quieren, saben de gestos, invitaciones y miradas que pueden hacerte pensar que estas cazando satisfactoriamente sin darte cuenta que estas cayendo exactamente donde ellas quieren, conocen el baile de la seducción de pies a cabeza y no vacilan a la hora de utilzar todas sus herramientas para hacer un preámbulo adecuado que te lleve a sus brazos.
Desgraciadamente éste no fue le caso; sus despampanantes atributos físicos me daban la impresión todo el tiempo de que ella tenía el control absoluto de la situación, mi rol era absolutamente secundario frente a su avasallador ego. Mientras bailábamos, sus movimientos forzados e indiferencia fueron minando el impulso libidinal que había regido mi noche hasta ese entonces, de pronto, me sentí como un muñeco en el juego de quienes consiguen todo con una facilidad aterradora, era un simple capricho al cual no valía la pena ponerle el más mínimo esfuerzo, sólo con un simple complot, dos frases y un poco de alcohol podían controlar mi conducta y probablemente mi destino por la noche. Traté de sacudirme el pensamiento que podría dejarme como un idiota nuevamente, pero no pude encontrar su mirada, sus ojos estaban perdidos en un lugar lejano, no estaba interesada en congeniar, en compartir un pequeño momento, y eso terminó por incomodarme.
No es que este buscando una relación ni nada por el estilo (creanme no lo estoy para nada), pero al menos podemos interactuar en el bello ritual de la seducción, que aunque para algunos sea una ridiculez, para otras personas cobra un sentido de complicidad, una suerte de vínculo que condimenta un encuentro intersante y abre camino para nuevas experiencias, nuevas conecciones, como si receptores neuronales se abrieran para abrazar la nueva droga que cultiva el socializar en nuestra conducta y modifica nuestras percepciones.
Simplemente mi caoticidad ganó, opté por la libertad, bailé como nunca, con quien quize y aunque quede con un sentimiento de angustia por mi pobre actuación seductoria y la pérdida conciente de una oportunidad que quizás jamás volveré a tener, me voy feliz; porque al fin y al cabo hice lo correcto, aunque no puedo negar que si hubiese estado mirando la situación desde una tercera persona, probablemente me habría repetido una frase de consejo que doy a mis amigos todo el tiempo:
- !NO PIENSES TANTO WN!, No ves que mientras mas piensas mas weon te pones pa esto!

Maldita cabeza, porque me haces pensar tanta wea...

3 comentarios:

  1. Haha yo kreo k tuvo bien...las cosas segun mi nueva filosofia d evia haha hay k dejarlas fluir..y si no fluyen solas..es mejor no forzarlas. pienso k algunas personas "atractivas" (hombres y mujeres)se han acostumbrado a no hacer nada.se acicalan y se arreglan para verse bien all day long, y no cultivananda mas.Entonces...cuanod s epillan con alguien, k solo le interesa el atractivo fisico..henial.pero si se encuentran con alguien...como tu. que busca en una persona algo mas k eso...una conexion?..wek!..un tema interesante con opiniones?..wek!..no saben ni sikiera ser simpaticos. son pavos reales.Se paran y abren sus plumas.y no hay mas.

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  2. Jaja muy bien relatado, experimenté el carrete como si fuera un recuerdo propio.

    Y senti la incomodidad del momento, probablemente porque yo mismo alguna vez lo experimenté.
    Jaja
    Bueno, que bueno que estes conciente que la cabeza no sirve para los carretes, por eso uno tiene que acallarla con litros de alcohol.

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  3. Gran Noche esa pues, quizás no quedó tan clarom jaja. Na que alegar, yo no pensé tanto y lo pasé de pelos.
    El Terror

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